sala polivalente del liceo francés

concurso – primer premio

paterna, valencia / 2014-2017

sala polivalente del liceo francés

concurso – primer premio

paterna, valencia / 2014-2017

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En un entorno construido con un fuerte carácter formal (los carismáticos “tambours” del Liceo Francés de Valencia y sus fluidos y divertidos espacios intersticiales), el proyecto asume la forma cilíndrica de sus edificios vecinos para insertarse, con educación, en el sitio, en un juego de iguales y diferentes, como lo haría un árbol en un bosque. A partir de esta decisión y después de dejar resueltos, gracias a la topografía de la parcela, algunos aspectos delicados del proyecto relativos a los accesos rodados de servicio, la propuesta amplía esta estrategia de inserción hasta convertirla en una estrategia arquitectónica en sí misma que se traduce en excelentes resultados energéticos y presupuestarios gracias al factor de forma del nuevo edificio.El resto consiste en poner árboles, muchos árboles. Espacio y carácter: la nueva Sala polivalente será un espacio singular del futuro LFV, será su escaparate hacia el exterior, pero también será ese espacio que permanecerá en la memoria de todos sus usuarios por lo especial de los momentos que hayan vivido en él.

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SIN INSTRUCCIONES.
Círculos de relación y encuentro en la nueva sala polivalente del Liceo Francés de Valencia
Por Ricardo Merí, mayo 2017

Esta semana, el Liceo Francés de Valencia ha inaugurado el edificio de su nueva sala polivalente, proyectado y construido por los arquitectos Marta Orts y Carlos Trullenque. Son muchos los logros de este pequeño edificio, que resuelve algunas carencias funcionales que tenía el centro, y lo hace dando, como decía el maestro de la Sota, más por menos. Partiendo de la forma circular que está presente en el colegio en parte de las edificaciones existentes y, a través de ellas, en la memoria colectiva de quienes lo viven ahora o lo han vivido en el pasado, Orts y Trullenque han conseguido cuadrar el círculo. Han demostrado, con un presupuesto muy limitado, que la arquitectura depende más de la calidad de las herramientas de trabajo de los arquitectos que de la cantidad de dinero empleado.
El volumen cilíndrico se implanta inteligentemente resolviendo los problemas de articulación que tenían los espacios libres en esta parte del centro. El círculo, que es una forma que normalmente expulsa hacia el exterior y concentra al interior, en este caso consigue invertir su condición perceptual. El edificio organiza las circulaciones exteriores con una doble estrategia radial y perimetral que acompaña y guía, tanto a su alrededor como hacia y desde el interior del espacio. Las operaciones radiales marcan los accesos, desde el exterior de la parcela, hacia el interior del volumen y a través de la sala. Las operaciones perimetrales acompañan las circulaciones exteriores e interiores prolongando la percepción espacial de la vivencia del recorrido. En el exterior el volumen actúa como los cuerpos celestes con las naves espaciales que los orbitan para ganar velocidad (en este caso intensidad) y salir nuevamente conducidos en la dirección correcta. Resuelve los pasos tangenciales, los cambios de cota, permite ganar espacios libres de mayor calidad, sin obviar ningún tema o problema por menor que parezca. El edificio se integra en el lugar con esa sensación de pertenencia que hace que las cosas parezcan que siempre hubieran estado allí.
En el interior el recorrido perimetral te recoge y acompaña desde el acceso principal a la entrada de la sala, y desde esta te cambia de sentido para subir al espacio tenso de la galería-anfiteatro superior. La sala polivalente circular evita la percepción de concentración mediante una hábil disposición y escala de las aberturas en su perímetro: el escenario, la galería-anfiteatro y los dos accesos laterales expanden el espacio interior de manera radial con una amplitud que permite que la mirada siempre encuentre variaciones en la profundidad de campo. Esta estrategia espacial también ayuda a minimizar la concentración acústica propia de la forma circular; el empleo como acabado en el interior de la sala de la chapa ondina perforada acaba de eliminar cualquier rastro del problema acústico asociado a la forma.
La cubierta está rematada por una serie de lucernarios cilíndricos que otorgan una calidad lumínica muy especial a la sala y que llama poderosamente la atención de los alumnos. La elección de los materiales es muy inteligente, y juega con un delicado equilibrio entre lo industrial y lo refinado sin que nada sea superfluo, ahorrando siempre que es posible, y manteniendo un delicado equilibrio entre la rotundidad del hormigón, la calidez de la madera, la elegancia del recubrimiento exterior de aluminio y la rotundidad de los perfiles y chapas de acero.
Por encima de todo, la mayor virtud del edificio se puede leer en la naturalidad y entusiasmo con la que los principales usuarios, los alumnos, han hecho rápidamente suyo el espacio. Los niños y jóvenes han entendido en muy poco tiempo cómo funciona y cómo debe funcionar el edificio: lo circundan, lo atraviesan, lo recorren, se apropian de los accesos y se les ve disfrutar de las peculiaridades de los nuevos espacios interiores y exteriores. Cuando la arquitectura está bien planteada y resuelta, además de educar a generaciones, no necesita libro de instrucciones.

www.tccuadernos.com/blog/orts-trullenque-sala-polivalente-liceo-frances-valencia

+info

promotor : AEFE + LFV

arquitectos : marta orts – carlos trullenque

colaboradores : ana villalba, magdalena domoslawska, javier garcía, jesús santamans, alejandra ruano, arquitectos

estructura : david gallardo, arquitecto

medioambiente : societat orgànica

acústica : grupo de acústica arquitectónica UPV

arquitecto técnico : rafael duet

instalaciones : consulting de ingeniería ICA

infografias concurso : estudio agraph

fotografías : diego opazo

En un entorno construido con un fuerte carácter formal (los carismáticos “tambours” del Liceo Francés de Valencia y sus fluidos y divertidos espacios intersticiales), el proyecto asume la forma cilíndrica de sus edificios vecinos para insertarse, con educación, en el sitio, en un juego de iguales y diferentes, como lo haría un árbol en un bosque. A partir de esta decisión y después de dejar resueltos, gracias a la topografía de la parcela, algunos aspectos delicados del proyecto relativos a los accesos rodados de servicio, la propuesta amplía esta estrategia de inserción hasta convertirla en una estrategia arquitectónica en sí misma que se traduce en excelentes resultados energéticos y presupuestarios gracias al factor de forma del nuevo edificio. El resto consiste en poner árboles, muchos árboles. Espacio y carácter: la nueva Sala polivalente será un espacio singular del futuro LFV, será su escaparate hacia el exterior, pero también será ese espacio que permanecerá en la memoria de todos sus usuarios por lo especial de los momentos que hayan vivido en él.

SIN INSTRUCCIONES.
Círculos de relación y encuentro en la nueva sala polivalente del Liceo Francés de Valencia
Por Ricardo Merí, mayo 2017

Esta semana, el Liceo Francés de Valencia ha inaugurado el edificio de su nueva sala polivalente, proyectado y construido por los arquitectos Marta Orts y Carlos Trullenque. Son muchos los logros de este pequeño edificio, que resuelve algunas carencias funcionales que tenía el centro, y lo hace dando, como decía el maestro de la Sota, más por menos. Partiendo de la forma circular que está presente en el colegio en parte de las edificaciones existentes y, a través de ellas, en la memoria colectiva de quienes lo viven ahora o lo han vivido en el pasado, Orts y Trullenque han conseguido cuadrar el círculo. Han demostrado, con un presupuesto muy limitado, que la arquitectura depende más de la calidad de las herramientas de trabajo de los arquitectos que de la cantidad de dinero empleado.
El volumen cilíndrico se implanta inteligentemente resolviendo los problemas de articulación que tenían los espacios libres en esta parte del centro. El círculo, que es una forma que normalmente expulsa hacia el exterior y concentra al interior, en este caso consigue invertir su condición perceptual. El edificio organiza las circulaciones exteriores con una doble estrategia radial y perimetral que acompaña y guía, tanto a su alrededor como hacia y desde el interior del espacio. Las operaciones radiales marcan los accesos, desde el exterior de la parcela, hacia el interior del volumen y a través de la sala. Las operaciones perimetrales acompañan las circulaciones exteriores e interiores prolongando la percepción espacial de la vivencia del recorrido. En el exterior el volumen actúa como los cuerpos celestes con las naves espaciales que los orbitan para ganar velocidad (en este caso intensidad) y salir nuevamente conducidos en la dirección correcta. Resuelve los pasos tangenciales, los cambios de cota, permite ganar espacios libres de mayor calidad, sin obviar ningún tema o problema por menor que parezca. El edificio se integra en el lugar con esa sensación de pertenencia que hace que las cosas parezcan que siempre hubieran estado allí.
En el interior el recorrido perimetral te recoge y acompaña desde el acceso principal a la entrada de la sala, y desde esta te cambia de sentido para subir al espacio tenso de la galería-anfiteatro superior. La sala polivalente circular evita la percepción de concentración mediante una hábil disposición y escala de las aberturas en su perímetro: el escenario, la galería-anfiteatro y los dos accesos laterales expanden el espacio interior de manera radial con una amplitud que permite que la mirada siempre encuentre variaciones en la profundidad de campo. Esta estrategia espacial también ayuda a minimizar la concentración acústica propia de la forma circular; el empleo como acabado en el interior de la sala de la chapa ondina perforada acaba de eliminar cualquier rastro del problema acústico asociado a la forma.
La cubierta está rematada por una serie de lucernarios cilíndricos que otorgan una calidad lumínica muy especial a la sala y que llama poderosamente la atención de los alumnos. La elección de los materiales es muy inteligente, y juega con un delicado equilibrio entre lo industrial y lo refinado sin que nada sea superfluo, ahorrando siempre que es posible, y manteniendo un delicado equilibrio entre la rotundidad del hormigón, la calidez de la madera, la elegancia del recubrimiento exterior de aluminio y la rotundidad de los perfiles y chapas de acero.
Por encima de todo, la mayor virtud del edificio se puede leer en la naturalidad y entusiasmo con la que los principales usuarios, los alumnos, han hecho rápidamente suyo el espacio. Los niños y jóvenes han entendido en muy poco tiempo cómo funciona y cómo debe funcionar el edificio: lo circundan, lo atraviesan, lo recorren, se apropian de los accesos y se les ve disfrutar de las peculiaridades de los nuevos espacios interiores y exteriores. Cuando la arquitectura está bien planteada y resuelta, además de educar a generaciones, no necesita libro de instrucciones.

www.tccuadernos.com/blog/orts-trullenque-sala-polivalente-liceo-frances-valencia

promotor: AEFE + LFV

arquitectos: marta orts – carlos trullenque

colaboradores: ana villalba, magdalena domoslawska, javier garcía, jesús santamans, alejandra ruano, arquitectos

estructura: david gallardo, arquitecto

medioambiente: societat orgànica

acústica: grupo de acústica arquitectónica UPV

arquitecto técnico: rafael duet

instalaciones: ICA

infografías concurso : estudio agraph

fotografías : diego opazo